Marquís, Penthouse.
En la cúspide de Bocagrande, un penthouse de 320m² se erige como un soberbio templo para el disfrute de los sentidos y el arte del buen vivir.
Su diseño vanguardista evoca la grandeza de las villas patricias de la antigua Roma, donde la arquitectura doméstica era un reflejo del prestigio y la distinción de sus moradores.
Ejemplo de ello es el amplio corredor con balcón adyacente que conduce hasta el corazón del hogar…
Un majestuoso salón inundado por raudales de luz que se pasean entre las robustas columnas.
Como en los atrios de las nobles casas romanas, este espacio está diseñado para impresionar.
Los ojos de los visitantes se deleitan con su exquisita combinación arquitectónica de imponentes pilares y seductoras vistas panorámicas.
El escenario es perfecto para esos momentos en que las conversaciones fluyen y las horas se deslizan imperceptiblemente en un concierto de afinidades electivas.
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Bordeado en tres de sus lados por cristaleras de suelo a techo, el salón se funde con la luz y el paisaje circundante, creando una sensación de interminable amplitud.
Prácticamente la mitad del metraje total de este penthouse se dedica a áreas de socialización, extendendiendo una silenciosa invitación a llenarlas con el susurro de las conversaciones y el tintineo de las copas.
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Adyacente al salón, se esconde una cocina que ofrece superficies generosas y amplia libertad de movimiento para su jefa creativa.
Los aromas que emanan discretamente desde la cocina anuncian en toda la casa la que será una velada prometedora con tus comensales.
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A través de un segundo corredor, más íntimo, se despliega el ala privada, donde tres amplias habitaciones aguardan, cada una con su propio baño y sus cautivadoras vistas.
Pero no hay lugar donde el lujo sea más palpable que en la suite principal, dotada de un espacioso walk-in closet y un baño en suite con doble lavatorio.
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Con su ubicación casi inmejorable en el extremo de la península, este penthouse parece extender un silencioso saludo a las apacibles aguas que lo rodean, invitándolas a ser parte de su encanto.
Imagina a tus invitados, maravillados ante la vista que se despliega ante ellos, sintiéndose importantes como nunca en tu presencia…
Mientras tú… tú simplemente te meces en la serena satisfacción de quien ha encontrado el hogar definitivo.